SOSTENIBILIDAD | 04.11.2025
Cultivar el talento desde dentro: el aprendizaje continuo como clave de transformación empresarial
El desarrollo profesional no es solo cuestión de talento o iniciativa personal. Para que los profesionales puedan crecer, necesitan un entorno que lo haga posible a través de una cultura empresarial que impulse el aprendizaje continuo como una herramienta de transformación.
En un escenario global donde el 59 % de los empleados necesitarán reciclar sus habilidades antes de 2030, según el informe Future of Work Report 2025 del Foro Económico Mundial, la formación continua deja de ser un extra para convertirse en una exigencia del futuro profesional. Las habilidades digitales, el pensamiento analítico, la resiliencia, la inteligencia emocional o la capacidad de aprender serán incluso más valoradas que el conocimiento técnico específico. En este escenario de cambio acelerado, el lugar de trabajo también cambia y ya no basta con ofrecer estabilidad o una buena retribución, pues las nuevas generaciones de empleados buscan espacios donde puedan crecer, aportar y desarrollarse. Ya decía Benjamin Franklin que «la inversión en conocimiento siempre paga los mejores intereses»: cuando una compañía invierte en el desarrollo de sus equipos, los beneficios se multiplican con mayor compromiso, más autonomía, mejores ideas y una plantilla más motivada. Al fin y al cabo, una persona formada no solo trabaja mejor sino también se relaciona mejor con su entorno, toma decisiones más conscientes y encuentra un sentido más profundo a lo que hace.
La formación para la adaptación
Los profesionales que trabajan en entornos que fomentan el aprendizaje continuo adquieren nuevas competencias y muestran mayores niveles de satisfacción, compromiso y sentido de pertenencia. Según LinkedIn Learning, el 94 % de los empleados afirma que estaría dispuesto a quedarse más tiempo en una empresa que invierte activamente en su desarrollo profesional; de esta manera, se sienten más preparados para afrontar desafíos, pues se pueden adaptar mejor a los cambios del entorno. Formarse de manera constante permite a los profesionales mantenerse actualizados frente a los avances tecnológicos, responder con agilidad a las transformaciones del mercado y mejorar su rendimiento en tareas complicadas. Además, a nivel emocional, también contribuye a aumentar la autoconfianza, la motivación y el bienestar psicológico, ya que sentir que se progresa es una de las claves más potentes para fortalecer el vínculo entre la persona y su trabajo. En este contexto, las organizaciones que apuestan por una cultura de aprendizaje activa están mejor preparadas para afrontar el futuro pues cuentan con equipos más versátiles y alineados con los objetivos estratégicos de la empresa.
El 94 % de los empleados afirma que estaría dispuesto a quedarse más tiempo en una empresa que invierte activamente en su desarrollo profesional
Cada vez más empresas están reconociendo este potencial y están transformando su cultura para poner el aprendizaje al alcance de todos, independientemente del rol, la experiencia o el lugar donde trabajen. La digitalización ha abierto nuevas puertas, permitiendo que millones de personas accedan a contenidos formativos personalizados, flexibles y relevantes desde cualquier parte del mundo y a su propio ritmo. Promover una cultura inclusiva de formación continua no solo potencia a los profesionales dentro de la organización, sino que fortalece la diversidad, mejora la cohesión interna y multiplica las oportunidades de crecimiento colectivo.
Una inversión que multiplica
El aprendizaje continuo beneficia a quienes lo reciben, pero también transforma la propia compañía. De hecho, según Forbes, cuando las empresas ofrecen programas de capacitación integral obtienen un 218 % más de ingresos por empleado que las empresas sin capacitación formal. Además, al invertir en el desarrollo de sus equipos, una organización gana flexibilidad, reduce sus brechas internas, mejora su capacidad para atraer talento y potencia la innovación desde dentro. Según el informe Workplace Learning Report 2024 de LinkedIn, las empresas con culturas formativas efectivas logran tasas de retención hasta un 57 % más altas y fomentan una mayor movilidad interna superando el 23 %. Esto demuestra cómo el aprendizaje constante fortalece los equipos, mejora los resultados y posiciona a las empresas como referentes en su sector. Y es que muchas veces las mejores ideas nacen del conocimiento acumulado, de la experiencia compartida y del deseo genuino de evolucionar. Una persona formada y motivada tiene más herramientas para contribuir al desarrollo de su equipo, para enfrentar retos complejos y para liderar desde la responsabilidad.
Las empresas que ofrecen programas de capacitación integral obtienen un 218 % más de ingresos por empleado que las empresas sin capacitación formal
En MAPFRE creemos que el crecimiento profesional debe estar al alcance de todos, sin importar su ubicación, edad o función. Por eso, hemos diseñado un Modelo Global de Aprendizaje que integra tecnología, pedagogía e innovación con el único objetivo de acompañar a todos los empleados en su desarrollo. Este modelo ofrece contenidos actualizados, accesibles y multiformatos que se adaptan a los intereses y trayectorias de cada persona. Como destacamos en nuestro último Informe de Personas y Organización, durante 2024, este compromiso se tradujo en más de un millón de horas de formación impartidas a nivel global, donde un 100 % de la plantilla participó en alguna actividad formativa, con una media de 34,62 horas de formación por persona. Además, la compañía ha reforzado la accesibilidad a través de la plataforma global de formación online, disponible en varios idiomas y adaptada a múltiples dispositivos, lo que permite que cada persona pueda aprender desde cualquier lugar del mundo, en el momento que mejor se ajuste a sus necesidades. El catálogo de contenidos online se ha reforzado con el acceso a plataformas externas, ofreciendo una variedad de recursos formativos adicionales que complementan los esfuerzos de accesibilidad y personalización. Así se ha impulsado el autodesarrollo y el aprendizaje colaborativo, fomentando por un lado el intercambio de conocimientos entre compañeros y el diseño de su propia ruta de aprendizaje. En este contexto, la Universidad Corporativa MAPFRE, que en 2024 celebró su décimo aniversario, ha sido un pilar fundamental para consolidar este modelo de aprendizaje, convirtiéndose en un referente de innovación y excelencia en la formación de nuestros empleados.

Por otro lado, y en línea con nuestro compromiso con la sostenibilidad y nuestra participación activa en las Conferencias de las Partes (COP), hemos lanzado una formación específica dirigida a profesionales del área actuarial, equipos de riesgos, inversión y otros perfiles clave, con el objetivo de sensibilizar y fomentar la mitigación de los posibles efectos negativos derivados de la transición climática e industrial. Esta iniciativa contó con la participación de 1.347 empleados.
Mirada al futuro
Los cambios tecnológicos, demográficos y climáticos que se avecinan nos obligarán a reinventar muchos de los modelos laborales que hoy conocemos. Según el Foro Económico Mundial más del 40 % de las capacidades requeridas para desempeñar los futuros puestos de trabajo deberán actualizarse en los próximos años. Este escenario se presenta como un desafío, pero también como una gran oportunidad, pues con cada transformación surgen nuevas formas de colaborar y nuevos caminos para crecer. En ese contexto, el aprendizaje continuo se convierte en una herramienta imprescindible para seguir avanzando y será fundamental el compromiso de profesionales y empresas para adaptarnos a las necesidades de las profesiones del futuro.
ARTÍCULOS RELACIONADOS:



